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Museo de la Historia del Traje

Vestir sustentable, una tendencia que crece

La especialista Dana Batista disertó sobre esta nueva forma de producir y consumir ropa que desde hace algunos años está en franco crecimiento en la Argentina y en varios países del mundo.

¿Cómo reducir el impacto socioambiental en la producción de prendas?, ¿qué es la moda ética?, ¿cómo consumir de manera sustentable?. Estos fueron algunos de los interrogantes que abrieron la charla que la diseñadora Dana Batista brindó el sábado 8 de octubre en el patio del Museo Nacional de la Historia del Traje.

El eje del encuentro, del que participaron más de 50 jóvenes diseñadores y emprendedores, fue el vestir sustentable, una tendencia que desde hace algunos años está en franco crecimiento en la Argentina y en varios países del mundo. El respeto por la naturaleza y por los seres humanos son dos de los pilares que sostienen esta nueva forma de producir y consumir prendas.

Según explicó Batista las formas tradicionales de producción textil generan un enorme impacto ambiental y social: contaminan el medio ambiente y no respetan el trabajo de quienes confeccionan las prendas. El vestir sustentable, por el contrario, apuesta a un equilibrio entre el consumo y los recursos que se ponen en juego en la producción de la indumentaria.

Para aportar a este debate también disertaron la economista y diseñadora Adriana Marina y el referente del Movimiento de Empresas Recuperadas, Daniel Zakuski.

¿Qué me pongo?
“El vestir tiene una raigambre cultural importante -definió Batista al comienzo de la charla- si bien nace de la necesidad de cubrirse la piel y de defenderse de la naturaleza, se convierte en un diferenciador de clases y termina hablando por nosotros. Se convierte en lenguaje”.

Así, la diseñadora marcó una diferencia entre el “vestir” y la “moda”, a la que asoció con el consumo indiscriminado de ropa. “El mercado de la moda motiva el consumo e impone una obsolescencia programada de las prendas. Aunque estén en buenas condiciones, dejan de usarse. Esto genera un crecimiento exagerado de la producción y de la oferta”, explicó.

Estudios realizados por organismos nacionales y organizaciones ambientales como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) o Greenpeace revelan que esta forma de producción genera una enorme contaminación ambiental (sobre todo del agua) y tiene un fuerte impacto en la biodiversidad planetaria.

“Vivimos en el mundo de la no sustentabilidad y todos somos parte de este problema”, definió Adriana Marina, integrante del Foro de Moda Ética Latinoamérica, una iniciativa que fomenta el comercio justo y el uso de materiales orgánicos en la producción de prendas.

El Foro -conformado por un grupo interdisciplinario de economistas, académicos, diseñadores, empresarios sociales, comunicadores, consultores, ONG y fundaciones- trabaja  para lograr que la industria de la moda evolucione hacia modelos de producción y de consumo cada más sustentables. "Debemos trabajar entre todos para lograrlo", instó la especialista.

Durante el encuentro, Batista, Marina y Zakuski coincidieron en que todos los actores que conforman la industria de la moda -desde los diseñadores y productores hasta los consumidores- pueden aportar su granito de arena en pos de la sustentabilidad. Así, Daniel Zakuski destacó la dimensión política de la producción, la circulación y el consumo de prendas y  le asignó un rol activo al último eslabón de esa cadena: el consumidor. Partiendo de la idea de que toda acción es política, Zakuski planteó: "Como consumidor tengo un poder que uso cada vez que compro. Hay que ser concientes de eso y usarlo a nuestro favor”.

En la misma línea, Dana Batista se refirió a los "prosumidores", sujetos que actúan  como productores y como consumidores al mismo tiempo. "Son los que destacan el valor humano de las prendas y de los objetos, antes que su valor comercial, privilegian el 'hacer uno mismo' y valoran la vida de los animales y las plantas", amplió.

Guía para vestir sustentable

Dana Batista brindó algunos consejos para elegir prendas de manera sustentable. En primer lugar, señaló la importancia de comprar ropa que podamos usar en muchas ocasiones "Es fundamental tomarse un minuto antes de hacer una compra, para pensar si a esa prenda la vamos a usar mucho o poco y si la podemos usar más de una temporada", aconsejó.

Otra forma de apostar por un consumo responsable es, desde la perspectiva de Batista,  conocer a quiénes les compramos y tratar de consumir prendas hechas por colectivos que  que defienden el trabajo de sus talleristas. La tercera recomendación de la especialista es comprar ropa usada. "Para mi es una aventura muy interesante ir a una feria americana. Por lo general, la ropa que llegó hasta nosotros de épocas pasadas es excelente y está muy bien confeccionada. Usar estas prendas también agrega un poco de novedad en el mundo uniformado de la moda", destacó. "Recomendaría comprar menos, elegir bien y hacerlo durar", concluyó.