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Colección Histórica del Traje Argentino

25 de mayo en el Museo Nacional de la Historia del Traje

Chocolate, danza, música e historia convivieron en el festejo del 207° aniversario de la Revolución de Mayo.

Llovía pero el clima era de festejo en el Museo Nacional de la Historia del Traje. Mariana, una de las guías, llevaba una réplica del vestido de seda natural blanco a la moda imperio, caracterizado por una silueta esbelta ajustada debajo de la línea del busto y falda tubular que caía hasta los pies con mangas globo.

Alejandro y Mónica son de Montserrat y llegaron de casualidad al Museo después de comer un suculento locro patrio en el restaurante de la esquina. “Nos llamó la atención la fachada antigua color rosa y, al entrar, encontramos la historia de la moda desde al antigüedad hasta nuestros días. Es impresionante saber lo que significa esta casa y a quién perteneció”, dijo Alejandro parado junto a su esposa detrás de la muestra sobre los pueblos originarios.

Su mujer, Mónica, señaló uno de los trajes de 1810 y reveló: “ a pesar de vivir en el barrio, nunca había venido. Quería visitarlo en la Noche de los Museos pero siempre me quedaba pendiente. Me llama la atención la distribución de las salas y el orden de las épocas. Además, es muy interesante la explicación de la guía”.

Las voces colman el patio techado a la espera del Ballet Folklórico del Buen Ayre, dirigido por la Lic. María Cristina Segovia y la dirección adjunta del Profesor Néstor Guillermo Sosa desde el 18 de diciembre de 1998.

“Trabajamos de forma independiente y nuestra intención es mostrar y difundir las danzas folklóricas argentinas manteniendo intacta su esencia y llevarles nuestra música a la gente”, explicó Segovia.

Gabriela Lombardo y Matias Luna son marido y mujer. Hace cinco años forman parte del Ballet cuando se presentaron juntos con ganas de participar después de bailar en otras compañías. “No conocíamos el Museo pero nos encantó participar de esta fiesta del 25 de mayo”, expresó Matías.

Luego, apareció otra bailarina, Raissa Misiac, quien conto: "Hace 8 años estoy en el Ballet y es un orgullo. Estudié muchos años folklore y me enteré a través de un pasacalle que la compañía hacia una audición. Si dudarlo, me presenté y quedé”.